sábado, 4 de febrero de 2012

El amor no es amor si no lo sabes dar.

Hoy me he despertado y me he dado cuenta de que ya no te tengo. De que ya no vas a estar ahí para escuchar todos mis problemas ni para decirme un te quiero.
Durante un rato he estado triste y pensaba que no lo iba a superar. Pero, ¿acaso merece la pena estar mal por una persona a la que no le importas, por una persona que te dice te quiero como te dice hola, por una persona que puede que escuche tus problemas pero le dan igual y no intenta buscar las palabras adecuadas para que no te vengas abajo, por una persona que ha hecho que desperdicies tu valioso tiempo durante tres meses?
NO. Rotundamente no. Y, ¿sabéis que? Que después de pensar esto, me puse a cantar, a bailar y a celebrar que por una vez, he sentido que nadie más que yo me puede hacer daño.
Y que un chico no lo es todo teniendo a ocho perfectas amigas que sí te dicen te quiero y te lo demuestras. Que si buscan esas palabras perfectas para hacer que en el peor momento de tu vida saques la mejor sonrisa.
Ellas lo son todo.
Y por ellas, hoy sonrió.

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